TERROR Y HORROR – Pornografía en el Cine de Terror

TERROR Y HORROR – Pornografía en el Cine de Terror

La petite mort.

 El terror y la pornografía han estado unidos en las diferentes expresiones artísticas, como la literatura, el cine y el comics entre otros. Sin embargo, la morbosidad ha tenido mayor difusión a través del séptimo arte e internet. Se busca obtener miedo y placer en situaciones escalofriantes y aberrantes con escenas repletas de sexo y sangre. Tanto el terror como la pornografía, tuvieron un inicio de bajo presupuesto y los resultados obtenidos no eran de buena calidad. Los estereotipos del cine y el sexo en el terror cada día son más evidentes, vinculando lo sexual y terrorífico a escenas cargadas de violencia y gore. Un ejemplo de esto es la conocida película “La Masacre de Texas”, una historia sangrienta y violenta con escenas bizarras.

 El horror Porn, estaría entre el arte y la confusión del mismo, pues aún es considerado solo perturbador y con escenas explicitas de sexo y asesinatos, un tanto bizarro. Si bien hace referencia a películas del género, no alcanza su calidad, es decir, no te perderás mucho al no verlas.

 En esta línea estaría la película The Texas Vibrator Massacre del año 2008, donde una familia rapta personas con el propósito de tener sexo con ellos en vez de comérselos y no cualquier sexo, pues las escenas son de alto contenido de violencia y sexo explícito. Hay otras como Gums del 76, donde la sirena tiene sexo oral con sus víctimas y esto lo hace hasta que se les arranca el miembro viril. Gums es más una parodia y comedia de Jaws de 1975.

 Como se explicó anteriormente, uno de los elementos que vincula drásticamente al terror y el porno es el morbo, como un instinto básico del ser humano, tan importante como el sueño, el hambre y tener sexo. Otro ejemplo de morbosidad, estaría en aquel que siente deleite o placer en observar escenas de gran crueldad, y en este sentido encontramos la película Martyrs 2008, dirigida por Pascal Laugier, donde hay escenas explicitas de violencia y tortura.

 El morbo puede llegar a generar conductas adictivas y obsesivas, al estar relacionado con lo prohibido esto irá in crescendo en el tiempo. Por ejemplo en la pornografía se busca la satisfacción a través del descubrimiento, rompiendo lo moralmente establecido por la sociedad. El hecho de romper reglas y avanzar hacia nuevas emociones, puede llevarnos a la adicción vinculada al sadomasoquismo como casos extremos. Por esta razón, en la vinculación del terror y la pornografía, el morbo se vincula no solo a lo sexual, si no a lo terrorífico. En muchas de estas películas, se aprecia un contexto siniestro que viene a dar otro significado, alejándose de lo que sería un simple coito como en cualquier película de sexo. Podemos ver personajes o intentos de construcción de ellos, como seres sobrenaturales con grandes poderes y crueldad. Un ejemplo de esto, sin ser pornografía pero si dando un alto contenido sexual, sería la escena de El Exorcista, donde Regan se flagela introduciéndose violentamente un crucifijo en la vagina.

 La vinculación del género a la pornografía lleva a la seducción y el morbo en ambos casos. Pero las conclusiones de la vinculación de ambos, solo quedarán a cargo de quienes puedan tener un acercamiento al género terrorífico y sexual. Les dejamos algunas sugerencias del cine de culto vinculado al terror; Las Uvas de La Muerte 1970, del director Jean Rollin, aparece la crucifixión de una mujer a la que posteriormente la decapitan con un machete; La Bestia in Calore de Luigi Batzella 1977, con una clara tendencia pornográfica de un ser sobrenatural que fornica constantemente. Dejamos para el último a la gran obra de arte Hellraiser del Clive Barker del año 1987, con la utilización de la sexualidad, con el propósito de alimentar y dar vida a un ser demoniaco. Y hasta acá por ahora con la sexualidad y el terror.

Por ANDREA RÍOS

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