De esos amores que no pueden olvidarse…
Pues por pureza son inmaculados,
Tiernos, atroces, longos y relajados,
quizá en esos abrazos defino el amarse.
Entre melancólicas remembranzas
De alocada juerga juvenil
Cae como al fresno las hojas de la añoranza,
Con los años de aquella actitud febril.
Perdidas las travesuras de antaño y las edades,
Los juegos, las risas, los viajes, y
diversión en los ríos,
Con esos mis muchachos, mis viejas amistades,
Que por demás en su compañía nunca me sentí
vacío.
Me preguntó a dónde se habrán ido…
O en que estación se habrán marchado.
Recuerdo la última vez que entre multitudes
tome sus manos…
Más no se, si fue un otoño, un agosto o tal vez un
verano.
Nunca se apartaron de mi,
Las primaveras soleadas,
Las mañanas arreboladas del jazmín,
Y las vivencias de mi eterna muchachada,
Hoy con mis vetustas canas y mi soledad,
No se han alejado de mi mente,
Las voces que calaron mi pecho abierto,
Mi pasado alocado y mi futuro incierto,
Esos gritos que volaron con la edad…
Mis compañeros, mi familia…
Eso que a lo que llamamos…
Amistad.
Las
Por AXEL PABILO